¿Te has preguntado cómo iluminar adecuadamente tu oficina sin gastar de más? ¿Quieres descubrir cómo mantener una temperatura confortable sin tener que aumentar el aire acondicionado o la calefacción? ¿Quieres saber cómo reducir la energía que consumen tus equipos electrónicos cuando no los estás utilizando? ¿Estás cansado de esos altos costos de energía en tu oficina que parecen no tener fin?
No te preocupes, tenemos la solución para ti. En este artículo, te presentamos los mejores consejos y trucos para mejorar la eficiencia energética de tu espacio de trabajo. ¿Listo para ahorrar energía y reducir tu huella ambiental? ¡Sigue leyendo y prepárate para transformar tu oficina en un espacio energéticamente inteligente!
Iluminación eficiente
Utiliza iluminación LED para ser más eficiente que las luces incandescentes o fluorescentes. Aprovecha al máximo la luz solar abriendo los postigos y persianas durante el día.
Igualmente recomendamos instalar sensores de luz en lugares donde exista mucha claridad y puedan regularse automáticamente la cantidad e intensidad de luz del ambiente. Divide los espacios en zonas y usa interruptores o reguladores dependiendo del uso, como en las mesas colocar luces puntuales en lugar de una general, empleando reflectores para aprovechar al máximo toda la energía gastada.
Utiliza dimmers para regular la potencia según lo requerido, ahorrando energía sin perder calidad visual. Mantén los equipos en buen estado, limpiando todo tipo suciedad o reemplazando inmediatamente bombillas defectuosas.
Si es necesario, implementa sistemas automáticos para optimizar el consumo dependiendo de uso oclusión, luminosidad exterior, etc.
Uso de puertas automáticas abatibles
A fin de mejorar la eficiencia energética, comprueba que las puertas automáticas abatibles se encuentran ajustadas al cerrarlas. Esto evitará pérdidas de aire y por ende ahorrarás energía. Procede a revisar que los bujes y los sellos están en óptimas condiciones y sustitúyelos si es necesario.
Ajustar la velocidad con la que se abren y se cierran las puertas automáticas contribuirá a disminuir la cantidad de tiempo en el que están abiertas, lo cual a su vez permitirá reducir el desperdicio de energía para climatizar un espacio, como sería una oficina. Esto contribuirá a mejorar su eficiencia energética.
Instalar puertas abatibles controladas por sensores de presencia puede optimizar la eficiencia energética. Estos dispositivos se activan tan pronto como una persona se acerque, permitiendo un mejor control en el flujo de aire al evitar que las puertas se queden abiertas innecesariamente.
Los especialistas en automatismos de puertas batientes de MetalBlinds.es nos aconsejan establecer temporizadores para que las puertas automáticas abatibles se cierren tras un periodo de tiempo determinado. De esta forma estás evitando que se abran sin querer y que, por ende, la energía no se desperdicie.
Integrar puertas automáticas abatibles con el control centralizado de iluminación y climatización aumenta la eficiencia energética en un espacio de trabajo. Esto permite que todas las acciones se coordinen para optimizar al máximo el consumo de energía.
Establece un modo nocturno para que estas puertas se cierren velozmente una vez pasado el horario laboral o solo con el requerimiento de alguien autorizado.
Realizar un mantenimiento periódico es una buena herramienta para asegurar su correcto funcionamiento. Esta tarea debe incluir un proceso de lubricación, verificación de los sensores y revisión para corregir cualquier desperfecto que pueda reducir la eficiencia energética.
Si se quiere optimizar la eficiencia energética, una buena forma es instalar puertas automáticas abatibles con paneles de vidrio de control solar, ya que reduce considerablemente el calor al entrar en la oficina y disminuye la necesidad de usar equipos de climatización.
Gestión de energía
Instala temporizadores para que las luces se apaguen automáticamente cuando no haya nadie usando espacios comunes, como pasillos y baños. Los sensores de movimiento también son útiles en estas áreas, encendiendo la luz solo cuando detecten movimiento. Utiliza regletas de energía con interruptores para conectar varios dispositivos electrónicos y apagarlos completamente cuando no se utilicen.
Igualmente desconecta los cargadores enchufados de los dispositivos, ya que incluso si el artículo no está conectado todavía consumirá energía. Identifica y desconecta los equipos electrónicos en modo stand-by o apagados eran lo que se denominan vampiros energéticos; ahorrando así este consumo innecesario.
Programa temporizadores para la activación y desactivación de dispositivos por horarios previamente definidos (por ejemplo las impresoras encendiéndose antes de la entrada del personal y apagarse al salir). Además, debes educar a todos los empleados sobre la importancia de ahorrar electricidad desconectando equipos al final del uso.
Asegúrate además que la ubicación se encuentra bien ventilada, limpia los filtros realizando mantenimiento periódico para un rendimiento óptimo en referencia a gastar menos energía.
Utiliza sistemas de monitoreo para controlar el consumo eléctrico en tiempo real evaluando también si tu contratación es la adecuada a tus necesidades; ten en cuenta la opción de generar tu propia electricidad mediante fuentes renovables comoo paneles solares o similares.
Aislamiento
Reemplaza ventanas antiguas por otras de doble acristalamiento con buena aislación térmica, para evitar la salida de calor en invierno y el ingreso del mismo durante las temporadas cálidas. Comprobad que las ventanas y puertas estén bien selladas, para que se queden afuera los vientos fríos.
Se recomienda colocar aislamiento a las paredes y techos de la oficina, para lograr mantener una temperatura constante sin necesitar mucha calefacción o refrigeración. Instala persianas, cortinas o películas para el control solar en todas las ventanas, para disminuir la cantidad de calor intenso que entre desde fuera. Revisa que las puertas tengan burletes bien ajustados, ya sea instalando alguno nuevo o usando los existentes.
Usa divisorias o mamparas que ofrezcan un buen aislamiento térmico. Busca y sella fugas de aire visibles especialmente en puertas y ventanas. Realiza una inspección al sistema de conductos de ventilación, para evitar infiltraciones innecesarias.
Evalúa el aislamiento del edificio en busca de mejoras tales como reparaciones de grietas o aislación adicional. Finalmente consulta con un experto para realizar una auditoría energética que consiga detectar áreas donde mejorar la eficiencia energética.